Gustaba el rey de visitar Lerma, pues se trataba de una
villa de recreo diseñada para su disfrute personal. En sus jardines encontraba
esparcimiento, en su coto abundaba la caza, los nobles lo agasajaban con
fiestas y entretenimientos, el duque le obsequiaba con misas cantadas muy de su
gusto y sus aposentos eran dignos del más poderoso de los monarcas, incluso
encontró muy de su agrado que la vida monacal, de la que tanto disfrutaba,
floreciese en su entorno. No es de extrañar que Felipe III visitase
repetidamente la morada de su valido, pues éste incluso consiguió que los doctores
de Su Majestad recomendasen al monarca largas estancias en Lerma, pues era este
un lugar sano, alejado del bullicio y
las insanas aglomeraciones de gente de las ciudades en las que proliferaban las
enfermedades.
Sin duda,
la mejor forma de ilustrar lo hasta aquí mencionado, es recrear una de las
numerosas fiestas que se celebraron durante el “gobierno” de Don Francisco. Es
difícil no escoger para ello las actividades propuestas por el duque de Lerma
con motivo de la conmemoración de la traslación del Santísimo Sacramento a la Iglesia Colegial
de San Pedro.
Estas
actividades se desarrollaron a lo largo de 13 días, entre el 6 y el 18 de
octubre de 1617. De entre ellas podemos estudiar muchos de los espectáculos que
conforman la fiesta barroca, aunque es justo mencionar que en este caso no
todos los eventos corrieron a cargo del duque, sino que familiares suyos y
personas próximas a él sufragaron algunas de las actividades. Compartieron así
el privilegio de ver ennoblecido su nombre mediante el patrocinio de entretenimientos,
pues este es en su espíritu, el propósito final de la “fiesta barroca”.
Fruto de
este deseo por destacar es la aparición de las relaciones de fiestas, que
abundaron y describieron con todo lujo de detalle cada dato de interés para el
noble al que va dirigida, no así cada actividad, pues en ocasiones nada se dice
del evento en sí. El escritor se centra en citar a los mecenas, su aspecto, sus
vestimentas, su honor…..empleando para ello calificativos como: “las mejores
hasta el momento” o “nunca se vio nada igual”.En ocasiones nada de dice de la
actividad en sí, para estar mas pendiente de las últimas modas en ropajes y
peinados.